En este salón entraba mucho frío y mucho ruido. Se optó por una cuádruple solución:
- Se disminuyó la superficie del gran ventanal, sacrificando la parte baja.
- Se mejoró el aislamiento térmico del capialzado de la persiana, a la vez que se lacó la ventana por dentro.
- Se desplazó el radiador, que estaba en un lateral, al centro del ventanal, en una hornacina nueva.
- Se configuró una doble cámara aislante con panel rígido de aislamiento Copoprén de 4 cm, sujeto con listones de madera de pino. Para evitar condensaciones, se optó por hacer estanca esa cámara adosando al panel aislante una lámina de barrera de vapor Tivek, siguiendo los más estrictos parámetros de las viviendas Passivhaus.
Aquí podéis ver todo el proceso seguido.
El resultado fue espectacular, ya que al nuevo recercado de la ventana se le dotó con una luz indirecta de tira led y se colocó un estor enrasado con toda la nueva pared.