Esta es una fachada de un edilicio de San Blas.

Las patologías están claras: entradas de agua al interior de los descansillos, a través de las uniones de la barandilla y el muro acristalado.

Tras pedir los permisos oportunos, de impermeabilizaron con fibra de vidrio los cantos de los forjados, para lo que se empleó un camión grúa.

Posteriormente se pintaron la barandilla metálica, con pintura antioxidante, y los huecos interiores de los techos de los descansillos.